martes, 20 de julio de 2010

FILOSOFANDO CON UNGA: PUEBLO Y REVOLUCION

Francisco Flores Aguirre

Francisco Flores Legarda




¿Pueblo y Revolución?*

*Álvaro Obregón, ocho mil kilómetros en campaña
FCE. Fundación Carmen Toscano, México, 2009.



“Cuando se siente el apoyo de un pueblo viril, de un pueblo honrado, de un pueblo consiente, no se vacila”. Y cuando un pueblo valga la imagen, siendo sumisos votan por sus opresores, se da uno cuenta que sólo creen en la satisfacción individual, han cambiando el esfuerzo en pos del bien privado, por el bien público.


El pueblo consciente, el que lleva a su hogar el pan ganado con el sudor de su frente, ha estado y estará siempre con la revolución y la honestidad colectiva.


“Los pueblos se pacifican con leyes, y las leyes se defienden con rifles”, y los pueblos saben que al ejercitar sus derechos se ahorran el sacrificio de acudir a las armas.


Debe decirse al pueblo: apréstate a la lucha como un solo hombre y no temas; en el horizonte de la patria hay una nueva aurora, no habrá en el futuro imposiciones; hagamos votos para que nuestros mandatarios respeten la soberanía nacional. Y sino algo tendremos que hacer.


En nuestra patria ha venido produciéndose siempre una lucha, con idénticos síntomas; honrosas excepciones. Tratando de conservarlo todo a toda costa, y siempre el pueblo tratando de libertarse de esa tiraría, de esas castas oligarcas que vulneran sus derechos.


Los pueblos que economizan su sangre son siempre pueblos esclavos; las libertades se conquistan a bote de metralla porque los tiranos es el único idioma que entienden.


Los pueblos que como México, ofrecen en holocausto de sus libertades un contingente de lagrimas y sangre, como el que se ofreció durante 15 años de guerra intestina (Revolución Mexicana), tienen derecho a la aspiración suprema consistente en la consolidación de sus leyes, que cristaliza los anhelos populares y que son la base de nuestros estatutos futuros.


No creemos en el valor personal e individual cuando se trata de causas populares. Un hombre, dígase político, no puede valer lo suficiente para darle las libertades a un pueblo, para darle sus derechos y prerrogativas.


El pueblo está capacitado para gobernarse a sí mismo y es el que designa en las luchas democráticas, quien debe asumir la dirección.


Y un paréntesis, Siempre ha existido quien reprima la libertad de expresión:


Es por eso que continuemos la lucha desafiando la ira de los políticos reaccionarios y la prensa que los apoya, que ha visto con profundo dolor como han fracasado ya sus candidatos, diciendo que el pueblo ha conquistado su soberanía, y que no deben existir en nuestro país los gobiernos democráticos emanados de la voluntad colectiva.


Las revoluciones no son manantiales de bien andanzas: Son sacudimientos que a los pueblos causan grandes daños, y sus frutos no pueden recogerlos si no las generaciones venideras.


La Revolución Mexicana no puede pensar en obtener victoria definitiva en ninguna de las épocas de su lucha porque sustenta en sus anhelos una nobilísima generación de aspectos sociales y de aspectos humanitarios y políticos que no es sino la guerra interna entre el bien y el mal, que no es sino la eterna lucha entre los valores morales y espirituales contra los valores materiales, y mientras existan espíritus vigorosos que se enfrenten a ellos para subyugarlos y hacer preponderar en la patria los interese morales y los anhelos espirituales, la lucha tiene que ser eterna.


Un corolario personal de Álvaro Obregón en otra fuerza de cambio:


“Cuando la miseria me arranco de la escuela para buscar medios de subsistencia, el deber me dijo: se carpintero y cogí el serrucho y lleve a mi casa el pan que me daba mi sudor”


Jóvenes no se dejen engañar por el dinero fácil, los delincuentes solo utilizan su fuerza y los desechan aprendamos de los hombres que nos dieron instituciones republicanas y democráticas.



Total, una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse…..y desde luego….Salud y larga vida.

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