martes, 1 de noviembre de 2011

¿Dónde está la política?*

¿Dónde está la política?*

FILOSOFANDO CON UNGA

Francisco Flores Aguirre

Francisco Flores Legarda

“El azar no existe. Dios no juega con los dados”

Einsteìn.

*A propósito de Z. Bauman. Notas en busca de la política.

Casi nadie piensa en 10,000 años después. Los políticos solo piensan en la siguiente elección; a que cajón le pegarán, en cómo seguir en el presupuesto y ofrecer la mentira al ciudadano.

- Es más, sólo piensan el siguiente diario, en el periódico que va a salir mañana. Ergo…..Nada se hace sin planeación.

Si se desea descubrir el origen de la creciente apatía política. Esta política premia y promueve el conformismo. Y conformarse bien podría ser algo que uno puede hacer solo; entonces, ¿para qué necesitamos la política para conformarnos?

¿Por qué molestarnos si los políticos de cualquier tendencia, no pueden prometernos nada, salvo lo mismo?

El arte de la política, cuando se trata de política democrática, se ocupa de desmantelar los límites de la libertada de los ciudadanos, pero también de la autolimitación: hace libres a los ciudadanos para permitirles establecer, individual y colectivamente sus propios límites, individuales y colectivos.

Esta segunda parte de la proposición, límites individuales y colectivos, es la que se ha perdido. Todos los límites son ilimitados. Puedes hacer lo que te de tu chingada gana, con todos y daños a terceros. Veamos la falta de respeto del gobierno y de los delincuentes para con los ciudadanos.

Es como afirmar que no existe otra opción más que la dictadura del mercado y la del gobierno (unos cuantos diputados y senadores), como si no hubiera espacio para los ciudadanos, SALVO COMO CONSUMIDORES.

Solo de esa forma son soportados – los consumidores – financiera y comercialmente. El único gran argumento que queda es la acumulación de basura y más basura. Para esta acumulación no de haber límites, si no se caería su “liberalismo”.

Así pues, la aversión a la autolimitación, el conformismo generalizado y la consecuente insignificancia de la política tienen un precio. Un precio muy alto en realidad. El precio se pagó con la moneda en que suele pagarse el precio de la mala política: EL SUFRIMIENTO HUMANO.

Los sufrimientos tienen la calidad de perpetuarse. Son los que nacen de la mala práctica política, pero también se convierten en el obstáculo supremo para corregirla.

La libertad individual solo puede ser producto del trabajo colectivo. Hoy nos desplazamos hacia la privatización de los medios de asegurar la libertad individual: Si esta es la terapia de los males actuales, estamos condenados a producir enfermedades más siniestras y atroces, pobreza masiva, miedo, incertidumbre, inseguridad, desprotección del Estado para con los gobernados.

El problema contemporáneo más siniestro y penoso pude expresarse por: Unischerhest: Incertidumbre, inseguridad y desprotección. Personas con estos tres elementos no son verdaderamente libres para enfrentar los riesgos.

Casi todas las medidas adoptadas en nombre de la seguridad tienen a dividir, siempre la suspicacia mutua, en lo individual.

Solución:

Si se canalizara en el esfuerzo por devolver el poder al espacio público por el arte de una política colectiva, así se canalizarían eficazmente los esfuerzos.

Total, una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse…..y desde luego….Salud y larga vida.

lunes, 31 de octubre de 2011

FILOSOFIA DE LA MUERTE

FILOSOFIA DE LA MUERTE

Francisco Flores Aguirre



Deutoronomio 14,1 Muertos
A propósito de idolatría.

“Hijos sois de Yaveh, nuestro Dios. No os hareís incisión ni tonsura entre los ojos por un muerto porque tú eres un pueblo consagrado a Yaveh, tu Dios”


Juan, 11                                                                                                                                          Muertos

“Ego sum resurrectio et vita: qui credit in me, etiam si mortuus fuerit, vivet: et omnis qui vivet, et credit in ME, nor morietur in aeternum.”

“Yo soy la resurrección y la vida: El que cree en mí, aunque muera, vivirá: Y todo el que vive y cree en Mí, no morirá jamás.”


Michel, Quois                                                                                                                       La Muerte p.88                                                                                                                                    El Entierro

Para el cristiano la muerte no existe. Y en todo caso tiene más de punto de partida que de fin.
La vida no se acaba se transforma y llama “Día del Nacimiento” al aniversario de la muerte de los santos.

Teresa de Jesús en su lecho dijo: “No es que me muera, estoy entrando a la vida”. Nuestros muertos viven.

Dios no recibe en su seno las cenizas, ni a los despojos, ni sus olores a muerto, sino a sus hijos vivos. La filosofía cristiana no es un culto idolátrico a los muertos, sino a la alegría de llegar a la Casa del Padre, donde hay muchas moradas.


Juan 8,51                                                                                                                                  Los muertos

“En verdad, en verdad os digo, si alguno guardare mi palabra, jamás verá la muerte.


Juan 6,51                                                                                                                                 Los muertos

Yo soy el Pan Vivo... si alguno come de este Pan vivirá para siempre.


Pablo, 1 Corintios 15, 12.14-19 La muerte

“Pues si de Cristo se predica que ha resucitado de los muertos, ¿cómo entre vosotros dicen algunos que no hay resurrección de los muertos?... Si cristo no resucitó, vana es nuestra predicación, vana nuestra fe... Si es sólo para esta vida para lo que ponemos nuestra esperanza en Cristo, somos los más miserables de todos los hombres.”

miércoles, 19 de octubre de 2011

FILOSOFANDO POR UNGA



El trabajo, la prescindibilidad, la globalización y los pobres



Francisco Flores Aguirre y Francisco Flores Legarda



“Podríamos decir que el trabajo

es en la actualidad un ensayo diario

para la prescindibilidad”


Hay un pánico ante el crecimiento (dejar de ser quienes somos) que se “alivia” mediante el control autoritario. México no ha pasado ninguna de las pruebas en que se le ha presentado la oportunidad de crecimiento. A ello se debe su actual retraso.

Nada de lo que hicimos en el siglo XX ha funcionado. Es momento de cambiar de métodos. El eje central es que el Gobierno cumpla con su parte del pacto social que el pueblo le encomendó.

De otra manera, nos volverá a ocurrir lo mismo en el año 2000: la transición que podría haber significado un cambio de dirección al poco tiempo se reveló como una mera alternancia de partido, pues persistieron iguales políticas económicas y, peor aún, la ortodoxia panista fortaleció el retorno al pasado.

¿Qué es, pues, lo que provoca este fracaso generalizado de las fuerzas sociales y políticas?

Ese fracaso se llama: la desigualdad social. Y hay que descifrar este problema.

Cuando se liberan todas las riendas políticas locales y de las presiones locales, la rápida globalización extraterritorial, producen brechas cada vez más grandes en la población que no solo se ven arrojadas a una vida de pobreza, miseria y destitución, sino que por añadidura se encuentran expulsadas de lo que ha sido socialmente reconocido como un trabajo útil, y económicamente racional, convirtiéndose en PRESCNDIBLES en lo económico y lo social.

El hecho de ver a los indigentes y destituídos, es para todos los seres coherentes y sensibles, un oportuno recordatorio de que incluso la vida más próspera es insegura y de que el éxito de hoy no impide la caída de mañana. Por eso, sacar a los pobres de la pobreza, no es tan sólo un asunto de caridad, conciencia y deber ético, sino una condición indispensable para construir una república de ciudadanos libres, a partir de la tierra baldía que nos dejó la GLOBALIZACIÓN.

La cantidad global del empleo disponible se está reduciendo, un problema que no es “macroeconómico”, sino estructural, en relación directa con el traspaso del control de factores económicos cruciales de manos de las instituciones representativas de los gobiernos a manos del libre juego de las fuerzas del mercado; y como resultado tenemos un título vacío y nostálgico del alguna vez inquebrantable Estado Soberano, hoy en rápida disolución.

Mientras el capital fluye libremente, la política sigue siendo irremediablemente local. La velocidad del movimiento hace del poder real algo extraterritorial.

Se podría decir que, al ser las instituciones políticas existentes cada vez más incapaces de regular la velocidad del movimiento de capitales, el poder está cada vez más alejado de la política; esta circunstancia da cuenta al mismo tiempo de la apatía política creciente, del progresivo desinterés del electorado de todo aquello que sea político –a no ser por los jugosos escándalos protagonizados por las estrellas políticas de turno- y del desvanecimiento de las expectativas de que la solución provenga de los edificios gubernamentales, sean quienes fueren sus actuales o sus futuros ocupantes. Lo que se hace o pueda hacerse en los edificios gubernamentales tiene cada vez menos consecuencias sobre los problemas con que los individuos deben enfrentarse cada día.

Con los Derechos Universales proclamados en la Revolución Francesa, los pueblos celebraron un pacto social, se pusieron de acuerdo en que un gobierno republicano, formado por tres poderes, legislativo, ejecutivo y judicial, se encargaran de regular la convivencia entre la ciudadanos. A quienes detentar el poder público, se les ha olvidado y la partidocracia ha secuestrado la voz del pueblo.

Es sencillo, solo tomar nuestra Carga Magna, y que el Gobierno, cumpla con sus obligaciones: reparto equitativo de la riqueza, impartir justicia pronta y expedita (sacar las narices a la Corte de asuntos que no le competen), buscar que todos los mexicanos tengan educación y salud, otras más, pero ahora y la urgente la seguridad preventiva y una real procuración de justicia.

Los poderes reales y fácticos nos dicen: No te agüites, así ha sido, así es y así será. Adáptate a la realidad. Y la realidad del realismo mexicano no es idéntica a la inmovilidad, la imposibilidad.

Total, una vida sin reflexión y pacto social, no merece vivirse…y desde luego…Salud y larga vida.
FILOSOFANDO

POR UNGA

Francisco Flores Aguirre



DETALLES



¿Por qué se caracteriza al mexicano como el hacedor de detalles con desenfado espíritu? ¿Por tomar nuestros asuntos con envidiable calma? ¿Por fanfarrones? ¿Por nuestro machismo o hembrismo mental? ¿Por vivir diciendo siempre” si yo hubiera nacido rico cuando yo sea ejecutivo de ventas”?

Lo cierto es que nos acusan de incumplidos, impuntuales e informales. Diversos aspectos de una misma realidad. Porque para ser cumplidos no se requiere más que la atención a la pequeñez.

¿Por qué siempre nos despedimos con una frase ritual de “si nos vemos”? No decimos ni dónde, ni cuándo nos vamos a ver, lo dejamos al acaso. Si de veras queremos vernos, ¿por qué no fijamos el lugar y la hora de la cita? Precisamente por eso, porque no queremos vernos. Así el asunto se queda sin arreglarse, a medio camino.

Y entonces el más hábil, dice al amigo: “Mañana yo te hablo por teléfono”. Elegante forma de eludir el problema o de posponerlo. Así nunca se termina nada. Al día siguiente nadie llama.

Todas estas frases que adornan nuestra despedida “yo te busco” “yo te mando avisar”, “háblame por teléfono”, “a ver cuándo nos juntamos”, son tan inasibles como un soltero amigo mío que no se atrevió a perder su libertad.

Existen sus excepciones. Las únicas citas puntuales, parecen ser las de los novios. Las demás citas las cumplimos si amanecemos con vocación de santo o de mártir.

Advertir los pequeños detalles, cumplir con seriedad las obligaciones diarias de la vida, contestar la carta, satisfacer la promesa, formalizar la cita, en fin, realizar la vida común es un mundo de aparente pequeñeces; pero de su observancia procede un mundo de grandeza, no sólo porque se gana tiempo, sino especialmente por el sedimento de reciedumbre moral que otorga al hombre. Grandeza es pequeñez.

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

lunes, 17 de octubre de 2011

El Hambre, la Política y el crimen

FILOSOFANDO

POR:UNGA

Francisco Flores Aguirre.



El Hambre, la Política y el crimen



Suena irónico –frente al hambre ancestral de millones de mexicanos- el recomendar dietas y comida muy sana, frente a lo que Denise Dreseer que si el crimen y los delitos crecen, es evidencia de que la miseria va en aumento y de que la sociedad está mal organizada.

Dícese de una carta que envió el General Ignacio Zaragoza al General Ignacio Mejía, en la cual le confirmaba que no había ni un grano de frijol en la intendencia. Ironía frente al regocijo del Bicentenario de la Independencia. Este es el texto:
Causa de este u otros males

digo a usted en conciencia

no es la falta de inteligencia

es la falta de reales.

Esto rasca y duele. No cabe duda que el poder financiero no es democrático. ¿Usted cree que los del Dinero, quieran darle el poder a la gente pobre, para que por si mismos abandonen la miseria?



Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

miércoles, 12 de octubre de 2011

El trabajo y el Pobre

FILOSOFANDO





El trabajo y el Pobre





Por: UNGA



(“La mayoría no está enclavizada porque es pobre, sino es pobre porque está esclavizada”)

D.H. COLE

Hemos creído siempre -como Hesíodo-, que si el espíritu desea riquezas, hay que proceder añadiendo trabajo al trabajo; mas no siempre las proposiciones como éstas aparecen claras a nuestra mente. Hay trataremos de clarificar rusellinamente si el trabajo es la única forma de producir riqueza:



1. Casi todos estamos obligados a trabajar tanto que tenemos muy pocas horas libres para divertirnos o tener una ocupación fuera de nuestro empleo cotidiano.

2. La mayoría tenemos que trabajar hasta la vejez, siempre amenazados por la destitución o por las tranzas de legaloides de las oficinas de Consolación y Arrequintaje.

3. Las personas consciente y responsables de sus funciones, propenden a trabajar demasiado intensamente”… con la consecuencia de que estropean su trabajo. Bagehota habla, en algún pasaje, de algunos conocidos suyos de la City que fueron a la quiebra porque trabajan ocho horas al día y que hubieran sido ricos, si se hubiesen limitado a trabajar sólo cuatro”. Obvio, si no tiene tiempo ni de mirar al cielo, los resultados de su trabajo serán productos del infierno para el mismo, para sus hijos y para su entorno.



Moraleja: No por mucho madrugar amanece más temprano. ¿O por el contrario será cierto que al que madruga Dios lo ayuda?



Total una vida sin reflexión no merece vivirse.

TRISTEZAS

FILOSOFANDO



TRISTEZAS



Por: UNGA





“Tempore” In adverso est inspicienda fides”



O lo que es lo mismo: En las malas se conocen los amigos.

Y siguen los divertimentos al estilo gregario de Gómez de la Serna.

1. No piense tanto. Nada vale la pena cuando al otro ni un comino le importa lo que se haga o se deje de hacer. Y así que tenga cuidado, no le vaya a suceder lo que a los plátanos que envejecen en un solo día.

2. Cualquier vicio corrompe, acaba con el mundo interno de la persona; pero el de contubernio solamente se compara con el demonio y con el infierno.

3. Algunas cosas pueden llegar a extremos tales, como aquel Señor cumplido que a veces saludaba a los árboles.

4. Amor. Amor. En tu nombre todo se puede, todo se trastoca. Dos en un auto: idilio. Tres: Adulterio. Cuatro: secuestro. Cinco: crimen. Seis: bronca. Andando en los carros, todo puede suceder con ellos.

Bella reflexión es esta: Una de todas las estrellas con líneas de lápiz luminoso y resultará la silueta de Dios, ahora tan vituperada por sus hijos predilectos que andan encantados con la grilla mundana.



Total, una vida sin reflexión no merece vivirse.

Divertimentos

FILOSOFANDO



Divertimentos



Por: UNGA



“Fervet olla, vivit amicitia”



O lo que es lo mismo: En cuanto hay dinero, hay amigos.

1. El fuego, como el amor, no muere, se van a otra parte.

2.  Es bueno estar loco porque los locos son los que han encontrado una estratagema para no tener que pensar.

3. Los aplausos son como las chuletas; mucho hueso y poco que comer; pero ¡ah que sabrosos son!

4. Un niño a un padre, estando de visita a un Museo. Al contemplar una escultura, en desnudo artístico, le dice; ¿Papá, por qué a mí no me ha salido la hoja?

5. ¿Sabía usted, señor político, que los faroles son las urnas electorales el plebiscito de la noche?

6. ¡Cómo serán los ojos de Dios que con un ojo ve el sol y con otro la luna!

7. ¿A poco el buen comerciante, por el ruido que hace la puerta, sabe si entra el acreedor, el comprador o el preguntón?

8. Sabía usted que los claveles blancos son las novias de los claveles rojos?

9. ¿Se ha fijado que las hormigas llevan el paso apresurado como si les fuesen a cerrar la tienda?

     Divertimentos. Y seguimos cazando moscas.



Total una vida sin reflexión no merece vivirse.

jueves, 19 de mayo de 2011

LA BONDAD

FILOSOFANDO POR UNGA

Francisco Flores Aguirre
LA BONDAD

Mi amigo Saramago y el filósofo de la calle consideran que el único valor revolucionario es la bondad, que es lo único que cuenta.

Y la bondad deviene de la capacidad operativa de hacer el bien que es el trabajo permanente y constante de hacer crecer la unidad de vida y de permitir la libertad espiritual interior; y que la única manera de que triunfe el mal es porque los buenos no hacen nada, así como aquella frase del siglo XVI. Llegaron los sarracenos y nos molieron a palos, Dios no quiere a los buenos cuando son menos que los malos.

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

miércoles, 23 de marzo de 2011

AMOR DESINTERESADO

FILOSOFANDO


POR UNGA



FRANCISCO FLORES AGUIRRE

 
AMOR DESINTERESADO

La amistad del hombre es con frecuencia un apoyo; la mujer es siempre un consuelo.

Para entender la esencia de un amor desinteresado, empezaremos con una referencia histórica:

San Luis el Rey, mandó a Ivo, Obispo de Chartres, en una embajada, y este le dijo que en el camino se encontró con una matrona madura y airosa, que traía una antorcha en la mano y un cántaro en la otra; le preguntó que significaban esos símbolos y que se proponía hacer con su fuego y su agua. Le contestó “El agua es para apagar el Infierno; el fuego es para incendiar el Paraíso. Quiero que los hombres amen a Dios por el amor a Dios”

Un poema nos va servir de fundamento para acabar de comprender este texto histórico.

Borges afirmó en diciembre de 1959 que este texto era un anónimo del siglo XVI. Hoy sabemos que es de un monje, con el apellido “De Guevara”.

No me mueve, mi Dios, para quererte

El cielo que me tienes prometido,

Ni me mueve el infierno tan temido

Para dejar por eso de ofenderte.

Tu me mueves, Señor, muéveme al verte

Clavado en una cruz y escarnecido;

Muéveme, ver tu cuerpo tan herido;

Muéveme tus afrentas y tu muerte.

Muéveme, al fin, tu amor, y en tal manera

Que aunque no hubiera cielo yo te amara,

Y aunque n no hubiera infierno te temiera.

No me tienes que dar porque te quiera;

Pues aunque lo que espero no esperara,

Lo mismo que te quiero te quisiera.

El amor divino de lo humano, surge como un corolario de experiencia histórica para tí, Eva, en el epitafio que te escribió Adán: Donde estabas tú, estaba el Edén.

Lo humano de lo divino, así dice:

Mujer, si te amo por el temor de tu olvido,

quémame en tu memoria.

Y si te adoro por la esperanza del placer pasajero,

exclúyeme de tu vida;

pero si te amo por ti misma,

no me niegues tu imperecedera hermosura.

Total, una vida sin reflexión y el amor de amistad, no vale la pena vivirse.

Los sobrevivientes

Los sobrevivientes

(Para aquél que tiene el corazón verde, no el rabo)

Somos anteriores a la computadora, a la televisión, al compact disc, a la penicilina, a la vacuna contra la polio, al refrigerador, a las máquinas copiadoras, al fax, al teléfono, a los lentes de contacto, a la píldora. Nuestras madres cocinaban en las estufas de leña y desde niños aprendimos a cocinar avena, atole de maíz con piloncillo y atole de mezquite con las nueces de los ríos milenarios. Nacimos antes de la nasa, del radar, la bomba atómica las tarjetas de crédito, el rayo láser y los bolígrafos; escribimos con la pluma de acero y el manguillo de madera. Vivimos antes de que hubiera pantimedias, gracias a eso pudimos construir con las medias de popotillo nuestras pelotas para jugar al béisbol. Vivimos antes de la existencia de las lavadoras de platos, secadoras de ropa, cobijas eléctricas, aire acondicionado, hornos de microondas, cámaras digitales Polaroids y ropa “wash and wear”. El sol siempre fue nuestra mejor cobija. Los padres nuestros Ángeles Guardianes. Nosotros nos casábamos primero y después vivimos juntos. Nos decíamos esposos, no compañeros, ni parejas pasajeras.

En nuestros tiempos no había noche en las vegas; las conejitas eran unos animalitos y las cucarachas a bochitos no eran Volkswagen; Jeans solíamos decirles a las Juanas; tener una relación íntima significaba una gran amistad. No se viajaba en jet, pura Ford “A”, ni se soñaba con las guerras de las galaxias ni el hombre araña; y sólo el hombre había caminado en la luna en las novelas de Julio Verne.

Cuando nacíamos, los papás no cambiaban pañales, ni cocinaban, ni planchaban; más cuando hacía falta los calzoncillos, la manta de algodón no faltaba; ni el amor se salía por la ventana cuando faltaba algún elemento material, porque había varones cumplidores que a todo le entraban y la educación sexual sólo se limitaba a que los bebés venían de París traídos por la cigüeña.

No había peluqueras, ni peluquerías unisex. No se hacían citas, ni matrimonios por computadora, ni tampoco había guarderías de niños, terapias de grupo, ni traumas, ni hogares de ancianos. No se hablaba de F.M., puro de la onda corta, ni de máquinas de escribir eléctricas, corazones artificiales, grabadoras, videos, procesadores de palabras, ni de condominios. No se veían hombres con aretes. Los piratas y el ganado los llevaban como signos de identificación.

No existían los Mc. Donalds, Burgers Kings, pizzerías, ni el café instantáneo. ¡Solo suspirábamos por las enchiladas de Doña Lupe!; y cuando teníamos sed acudíamos a los manantiales que se manifestaban por todos los cerros. No era común beber el agua en envases de plástico con agua.

De niños íbamos a las tiendas con 5 a 10 centavos a comprar cosas: por 10 centavos viajábamos en tranvía, tomábamos un refresco con una moreliana o comprábamos timbres de correo suficientes para una carta y dos postales; y por un centavo adquiríamos dos pirulís y un corucho de pinoles, chicles o una tacita de café. Podías comprar un auto pequeño, pero ¿Quién podía afrontar tal gasto?

Era una lástima porque la gasolina valía alrededor de 20 centavos el litro.

En nuestros días fumar un cigarrillo era elegante. La yerba se cortaba, no se fumaba. La salsa se comía, no se bailaba. El danzón era un arte al bailar, no agandalle de varón. La Coca se tomaba, no se inhalaba. SIDA no significaba nada y AIDS en inglés era ayudante de cocina. Conocíamos la diferencia entre los sexos, pero a nadie se le ocurría cambiarlo por otro. Nos conformábamos con el único que teníamos.

¡Cuál viagra! Las abuelas sabían para que servía la jalea de membrillo.

¡Y VIÉNDOLA BIEN NO LA PASÁBAMOS TAN MAL!

lunes, 14 de febrero de 2011

FILOSOFANDO



TRAGEDIA Y MUJER



POR UNGA

FRANCISCO FLORES AGUIRRE

Aquí tiene usted a Unamuno, en su novela Abel Sánchez”, afirmando con desesperación algunas características de la mujer y su acción en el mundo, en la siguiente escena, cuando Joaquín –uno de los principales personajes- le pregunta a Abel, pintor y amigo de Joaquín:

-¿Y cuál va a ser el asunto de tu cuadro?

-La muerte de Abel y Caín, el primer fratricida- contestó Abel.

-Y, dime: no te inspira tu mujer para ese cuadro? ¿no te da alguna idea?.

-¿Mi mujer?, en esta tragedia no hubo mujer.

-En toda tragedia la hay, Abel.

-¿Sería acaso Eva… -Acaso… la que les dió la misma leche, el bebedizo? –contestó Joaquín.

Las cosas buenas y las cosas malas se maman, de ahí que al educar a una mujer, educas y salvas a una generación.

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

FILOSOFANDO



EL AFECTO Y SAN VALENTÍN



POR UNGA

FRANCISCO FLORES AGUIRRE

Regale afecto –dice el primero- al fin que no cuesta nada.

¿Es posible que sea tanto el amor y tan poco el dinero? dice el segundo-, como queriendo creer lo que dice.

¡Qué cosa no se merece ella? Ella se lo merece todo. Es tan buena, tan bonita, tan decente, tan..tan…¡Tantán!

Yo a mi dulcinea le bajaría las estrellas aunque no supiera qué hacer con ellas –dice el cuarto- yo le bajaré el sol aunque se queme. Le daré todo, ¡todo! Nada es demasiado caro siendo para ella. ¿Qué tan caro pueda ser que no se lo merezca?

¿Cuánto cuesta?...No importa. Lo compro –dice el quinto- es para mi novia, la reina de mis amores, refugio de mis penas, consuelo de mis aflicciones, esparcimiento de mi corazón.

Cuesta creer que el dinero lo pueda todo. Aunque el dinero no sea la vida, sino tan sólo vanidad, aunque no sea Dios, pero hace milagros; aunque el dinero no da afecto, pero sí lo compra.

SÓLO UNA PREGUNTA:

¿REGALA AFECTO O LO COMPRA?

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

lunes, 31 de enero de 2011

FILOSOFANDO

POR UNGA

FRANCISCO FLORES AGUIRRE



ESO RASCA

Parafraseando a Galeano. El padre Piña me contó que hace unos años estuvo con los nativos de Chinipas, los discriminadores oficiales les llaman indios. El formaba parte de las misiones evangelizadoras. Los misioneros visitaron a un cacique que tenía prestigio de muy sabio. El cacique, un gordo quieto y callado, escuchó sin pestañear la propaganda religiosa que le leyeron en la lengua rarámuri. Cuando la lectura terminó, los misioneros se quedaron esperando.

El cacique se tomó su tiempo después opinó:

-Eso rasca. Y rasca mucho, y rasca muy bien.

Y sentenció:

-Pero rasca donde no pica.

Ni modo, así es el discurso político-religioso vacío.

Total una vida sin reflexión, no vale la pena vivirse.
FILOSOFANDO

POR UNGA

FRANCISCO FLORES AGUIRRE



EL GRAN MISTERIO


Nos cuenta Don Francisco R. Almada en sus Fragmentos Sueltos que había arribado el Padre Piña al mineral de Guazapares en donde debía permanecer varios días dedicado a los asuntos relacionados con el curato de almas. Se llegó el primer domingo y los feligreses de aquella población acudieron presurosos a la misa y a oír el correspondiente sermón del señor cura, llenándose hasta reventar el recito del templo colonial de aquel lugar. Pasó la primera parte de la misa y después de leer el evangelio, el padre se encaminó al púlpito y dio principio a su sermón: “El Evangelio de hoy corresponde al misterio de la Santísima Trinidad, pero como todos ustedes son más ignorantes que los fieles de Chinipas, tengo que explicarles las cosas de manera que manera que me puedan entender, poniéndoles un ejemplo práctico. Supongan ustedes que ahí enfrente de la casa de Cuauhtemoc Legarda está un encino grande y hueco ya por los muchos años. Al pasar cualquiera de ustedes corre una iguana a refugiarse en él; enseguida saca la cabeza por un agujero, después por otro y a continuación por un tercer, volviéndose a esconder dentro del palo hueco. Pues bien, no porque la iguana se asomó por tres agujeros distintos, vayan a creer que son tres iguanas, no es más que una sola. Así es el misterio de la Santísima Trinidad; aunque oigan de Dios Padre, de Dios Hijo y de Dios Espíritu Santo, no vayan a creer que son tres dioses, no es más que uno solo…” y siguió su disertación.

Hoy dirían que si el hombre está hecho a imagen y semejanza de Dios, entonces también el hombre está compuesto de tres partes: cuerpo, alma y espíritu que corresponden a las tres manifestaciones terrenales de un solo Dios.

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.

DIOS

FILOSOFANDO

POR UNGA

FRANCISCO FLORES AGUIRRE



DIOS



Pido permiso primero para no mencionar el nombre de Dios en vano. Lo recuerdo, del latín re-cordis, volver a pasar por el corazón.

Dijo Einstein si A es igual al éxito, entonces la fórmula es A= X + Y + Z donde: X es trabajo, Y es jugar y Z es mantener la boca cerrada. Y además, sin dudar, afirma que hay dos maneras de vivir una vida:

La primera es pensar que nada es un milagro. La segunda es pensar que todo es un milagro. De lo que estoy seguro es que Dios existe.

Y no falta quien le hiciera segunda con el Jazz del poder de la palabra: yo celebro la voz humana, porque yo Eduardo Galeano conté una vez que los indios Shuar, los llamados jíbaros, cortan la cabeza del vencido. La cortan y la reducen hasta que cabe en un puño, para que el vencido no resucite. Pero el vencido no está del todo vencido hasta que le cierran la boca. Por eso le cosen los labios con una fibra que jamás se pudre. Y cuando es verdadera, cuando nace de la necesidad de decir, a la voz humana no hay quien la pare. Si le niegan la boca, ella habla por las manos, o por los ojos, o por los poros o por donde sea. Porque todos, toditos, tenemos algo que decir a los demás, alguna cosa que merece ser por los demás celebrada o perdonada.



Y hoy en el 2001, José Saramago escribió: “Puede que Dios no exista, al menos desde mi punto de vista no existe, pero el factor Dios, eso sí existe. Es contra el factor Dios que yo escribí. Contra Dios es una guerra que no tiene sentido. Yo no sé donde está, y no voy a desarrollar una guerra contra un enemigo –suponiendo que es un enemigo- que no sé donde hallarlo. Pero el factor Dios sí sé donde está: está aquí (se señala la cabeza)”

Yo digo: In principio erat Verbum, et Verbum erat apud Deum. En el principio existía la palabra y la palabra estaba con Dios. La palabra era de Dios. Todo se hizo por ella y no se hizo nada de cuanto existe. Algunos le colocaron un letrero en el madero INRI, y lo tradujeron así: Jesús Nazareno Rey de los Judíos; estaban pensando como el factor Dios, todo es poder. De nuevo INRI, Dios contigo, EN NOSOTROS REINA ÉL, esta es la diferencia donde el templo de Dios es portátil. Dubito, cogito, ergo sum, dudo, pienso, luego existo. Si fallor, sum, si me equivoco es porque estoy aquí. La duda es el origen del saber, es el planteamiento de un problema, para encontrar una respuesta, se lanza una hipótesis, una posible solución.

Y en lo que respecta a los asuntos Divino, la fe no es adecuada. Solo lo es la certidumbre. Cualquier cosa inferior a la certidumbre no tiene valor para Dios, por eso contestó San Agustín: Intellige ut credas, crede ut intelligas, entiende para que creas, cree para que entiendas. De aquí se infiere si no te haces a ti mismo igual a Dios, no podrás percibir a Dios, pregunta ¿O acaso no es tu padre? Por eso yo no creo en Dios, sé que Dios está conmigo.

Ens, unum, bonum, verum, pulchrum et Deus, convertuntur. El Ente, lo uno, lo bueno, lo verdadero, lo hermoso y Dios, se convierten, es decir es lo mismo. Y lo mismo eres tú, realidad divina heredada y así por eso apuntó Einstein “de lo que estoy seguro es que Dios existe”.

Yo pienso: no soy nada. No se nada, no tengo nada, solo tengo todos los sueños del mundo por eso me gusta la calle. No me crea nada, averígüelo por usted mismo.

Total una vida sin reflexión no vale la pena vivirse.