martes, 1 de noviembre de 2011

¿Dónde está la política?*

¿Dónde está la política?*

FILOSOFANDO CON UNGA

Francisco Flores Aguirre

Francisco Flores Legarda

“El azar no existe. Dios no juega con los dados”

Einsteìn.

*A propósito de Z. Bauman. Notas en busca de la política.

Casi nadie piensa en 10,000 años después. Los políticos solo piensan en la siguiente elección; a que cajón le pegarán, en cómo seguir en el presupuesto y ofrecer la mentira al ciudadano.

- Es más, sólo piensan el siguiente diario, en el periódico que va a salir mañana. Ergo…..Nada se hace sin planeación.

Si se desea descubrir el origen de la creciente apatía política. Esta política premia y promueve el conformismo. Y conformarse bien podría ser algo que uno puede hacer solo; entonces, ¿para qué necesitamos la política para conformarnos?

¿Por qué molestarnos si los políticos de cualquier tendencia, no pueden prometernos nada, salvo lo mismo?

El arte de la política, cuando se trata de política democrática, se ocupa de desmantelar los límites de la libertada de los ciudadanos, pero también de la autolimitación: hace libres a los ciudadanos para permitirles establecer, individual y colectivamente sus propios límites, individuales y colectivos.

Esta segunda parte de la proposición, límites individuales y colectivos, es la que se ha perdido. Todos los límites son ilimitados. Puedes hacer lo que te de tu chingada gana, con todos y daños a terceros. Veamos la falta de respeto del gobierno y de los delincuentes para con los ciudadanos.

Es como afirmar que no existe otra opción más que la dictadura del mercado y la del gobierno (unos cuantos diputados y senadores), como si no hubiera espacio para los ciudadanos, SALVO COMO CONSUMIDORES.

Solo de esa forma son soportados – los consumidores – financiera y comercialmente. El único gran argumento que queda es la acumulación de basura y más basura. Para esta acumulación no de haber límites, si no se caería su “liberalismo”.

Así pues, la aversión a la autolimitación, el conformismo generalizado y la consecuente insignificancia de la política tienen un precio. Un precio muy alto en realidad. El precio se pagó con la moneda en que suele pagarse el precio de la mala política: EL SUFRIMIENTO HUMANO.

Los sufrimientos tienen la calidad de perpetuarse. Son los que nacen de la mala práctica política, pero también se convierten en el obstáculo supremo para corregirla.

La libertad individual solo puede ser producto del trabajo colectivo. Hoy nos desplazamos hacia la privatización de los medios de asegurar la libertad individual: Si esta es la terapia de los males actuales, estamos condenados a producir enfermedades más siniestras y atroces, pobreza masiva, miedo, incertidumbre, inseguridad, desprotección del Estado para con los gobernados.

El problema contemporáneo más siniestro y penoso pude expresarse por: Unischerhest: Incertidumbre, inseguridad y desprotección. Personas con estos tres elementos no son verdaderamente libres para enfrentar los riesgos.

Casi todas las medidas adoptadas en nombre de la seguridad tienen a dividir, siempre la suspicacia mutua, en lo individual.

Solución:

Si se canalizara en el esfuerzo por devolver el poder al espacio público por el arte de una política colectiva, así se canalizarían eficazmente los esfuerzos.

Total, una vida sin reflexión y amor al trabajo no merece vivirse…..y desde luego….Salud y larga vida.

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