EL EMPRESARIO Y EL OBRERO. LA ÉTICA Y EL
TRABAJO
Pecunia fragilis absque peculio est . Vel calvus comatus.
Quien come y deja, dos
veces pone mesa; o quien de lo ajeno se viste, en la calle lo desnudan.
El concepto «empresario», sobre todo el que camina por la banqueta
de la derecha, no significa necesariamente generoso, sindérico, estrella divina
que ilumina la oscuridad de la noche, ni santísimo varón como un San José, al
cual admiro por el concepto de un padre
protector y amoroso. Tampoco el concepto «obrero» es sinónimo de santo descendido
del cielo, hermanito franciscano, humilde fraterno de la piadosa cofradía de
los últimos tiempos y del santo sepulcro.
¿Y, hasta donde puede llevar esta actitud de revanchismo histórico
que se presenta en estas dos fuerzas, o que, si se vieran como poderes reales,
de empoderar a la gente para ser crecer en calidad de vida a empresarios y
obreros?
Por el contrario, el poder, apegado a la Ley, es la política una
verdadera posibilidad real de servir a los demás, porque este poder está
asociado a la compasión y nos hace sentir positivos.
Si lo vamos a dejar
todo a la fuerza, mire lo que ya pronosticó Erasmo de Rotterdam en el siglo XV
y refrendado el XXI por los estudiosos de la Inteligencia Emocional: «En
efecto, segunda definición de los estoicos, si la sabiduría no es sino guiarse
por la razón y, por el contrario, la estulticia dejarse llevar por el arbitrio
de las
pasiones, Júpiter, para que la vida humana no fuese irremediablemente triste y severa, nos dio más inclinación a las pasiones que a la razón, en tanta medida como que lo difiere media onza de una libra. Además relegó a la razón a un angosto rincón de la cabeza, mientras dejaba el resto del cuerpo al imperio de los desórdenes y de dos tiranos violentísimos y contrarios: la ira [el león], que domina en el castillo de las entrañas y hasta en el corazón, fuente de la vida; y la concupiscencia, [el toro], que ejerce dilatado imperio hasta lo más bajo del pubis. La vida que llevan corrientemente los hombres ya evidencia bastante cuanto vale la razón contra estas dos fuerzas gemelas, pues cuando ella aclama hasta enronquecer indicando el único camino lícito y dictando normas de honestidad, estas mandan a paseo a sus soberana y gritan más fuerte que ella, hasta que, cansada, cede y se rinde». La bioética hoy indica que hay un cuarto elemento, simbolizada por una águila y que está cerca de la cabeza de la figura humana, el cual los antiguos le llamaban el tetramorfos que está por encima de los otros tres: La SINDÉRESIS, cuya posición actúa desde las células en lo más íntimo de nuestro ser que de manera innata solo tiende hacia el bien: si usted no lo cree como se explica que usted esté vivo.
Por otro lado estamos convirtiendo el oro en plomo, como nos cuenta Prim Dayal. Todos sabemos que, desde siempre, la humanidad ha sido forjada por padres, maestros y sacerdotes. Lo que, sin embargo, no todos saben es que padres, maestros y sacerdotes, son refinados alquimistas que en sus antiguos laboratorios a los cuales han dado los nombres de familia, escuela, gobierno, iglesia o templo, se transmiten de padre a hijo los secretos de su arte y gracias a milenios de experiencias logran realizar el sueño que miles de alquimistas tradicionales han perseguido desde siempre buscando la piedra filosofal entre polvos mágicos, fórmulas químicas y alambiques coloridos. ¿Transformar el plomo en oro? No, al revés transformar el oro en plomo. Estos extraordinarios brujos son capaces de transformar seres inocentes, confiados, puros, sanos, nobles, íntegros y relajados, y transformarlos en neuróticos, pervertidos, enfermos, sádicos, hipócritas, asesinos y llenos de culpa, ambición, celo, envidia, avidez, y violencia. ¿No le parece esto extraordinario?
¿Esto fue y es la empresa, de transformar a los niños en estos monstruos, de transformar el oro puro que son los niños en plomo para matar a otros?
Nos vemos en la siguiente entrega, será todos los días.
Si desea consultar la colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
pasiones, Júpiter, para que la vida humana no fuese irremediablemente triste y severa, nos dio más inclinación a las pasiones que a la razón, en tanta medida como que lo difiere media onza de una libra. Además relegó a la razón a un angosto rincón de la cabeza, mientras dejaba el resto del cuerpo al imperio de los desórdenes y de dos tiranos violentísimos y contrarios: la ira [el león], que domina en el castillo de las entrañas y hasta en el corazón, fuente de la vida; y la concupiscencia, [el toro], que ejerce dilatado imperio hasta lo más bajo del pubis. La vida que llevan corrientemente los hombres ya evidencia bastante cuanto vale la razón contra estas dos fuerzas gemelas, pues cuando ella aclama hasta enronquecer indicando el único camino lícito y dictando normas de honestidad, estas mandan a paseo a sus soberana y gritan más fuerte que ella, hasta que, cansada, cede y se rinde». La bioética hoy indica que hay un cuarto elemento, simbolizada por una águila y que está cerca de la cabeza de la figura humana, el cual los antiguos le llamaban el tetramorfos que está por encima de los otros tres: La SINDÉRESIS, cuya posición actúa desde las células en lo más íntimo de nuestro ser que de manera innata solo tiende hacia el bien: si usted no lo cree como se explica que usted esté vivo.
Por otro lado estamos convirtiendo el oro en plomo, como nos cuenta Prim Dayal. Todos sabemos que, desde siempre, la humanidad ha sido forjada por padres, maestros y sacerdotes. Lo que, sin embargo, no todos saben es que padres, maestros y sacerdotes, son refinados alquimistas que en sus antiguos laboratorios a los cuales han dado los nombres de familia, escuela, gobierno, iglesia o templo, se transmiten de padre a hijo los secretos de su arte y gracias a milenios de experiencias logran realizar el sueño que miles de alquimistas tradicionales han perseguido desde siempre buscando la piedra filosofal entre polvos mágicos, fórmulas químicas y alambiques coloridos. ¿Transformar el plomo en oro? No, al revés transformar el oro en plomo. Estos extraordinarios brujos son capaces de transformar seres inocentes, confiados, puros, sanos, nobles, íntegros y relajados, y transformarlos en neuróticos, pervertidos, enfermos, sádicos, hipócritas, asesinos y llenos de culpa, ambición, celo, envidia, avidez, y violencia. ¿No le parece esto extraordinario?
¿Esto fue y es la empresa, de transformar a los niños en estos monstruos, de transformar el oro puro que son los niños en plomo para matar a otros?
Nos vemos en la siguiente entrega, será todos los días.
Si desea consultar la colección de dichos véalo en www.santoysena.com.mx/vidaprivadadepalabras
No hay comentarios:
Publicar un comentario